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Uniforme Pensamiento


Foto de Chen Feng en Unsplash


Esta semana vio el anuncio del llamado uniforme neutro: dando la opción a las estudiantes entre usar falda o pantalón.

De primera instancia me sorprendió que aún fuera obligatorio para las niñas usar falda en las escuelas. Las mujeres, habiendo dejado de usar dicha prenda como vestimenta única desde el siglo pasado, usamos pantalones en nuestra vida diaria, para todo tipo de eventos. Es una medida, en mi parecer, sencilla y buena. Al tener que usar falda, las niñas se exponen al frío en invierno y en las mañanas frescas de la capital; se ven limitadas a la hora de querer jugar en el recreo, pues las faldas las dejan expuestas con movimiento intenso, creando una división desde muy niñas en el tipo de actividades que pueden realizar ellas y ellos; y simplemente, no es la preferencia de todas las niñas usar falda a diario. Me parece una norma que seguramente había quedado olvidada y nunca antes se había cuestionado. En cualquier caso, aplaudo la iniciativa. ¿Y los varones? Es confuso. Al ver la presentación que se llevó a cabo el 3 de junio de éste año, el Titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, Luis Humberto Fernández, comienza la ceremonia anunciando “una medida que es administrativa, pero que es importante: consiste en que será decisión de cada quién si usa falda o pantalón.” Continúa, aclarando: “Esto significa que las niñas podrán decidir, si es el caso, si prefieren utilizar la falda o pantalón.” Las niñas. Más tarde, la Dra. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, hace la siguiente declaración: “Creo que quedaron atrás las epocas en donde las niñas tenían que tener falda y los niños tenían que traer pantalón, yo creo que eso, pues ya pasó a la historia. Los niños pueden traer falda si quieren y las niñas pueden traer pantalón si quieren.” Las niñas y los niños. Continúa explicando la situación de las niñas: “Hay un derecho en donde todos los padres de familia quieren mantener el uniforme escolar y eso está muy bien, pero no es necesario que las niñas siempre tengan falda, con excepción de los días que tienen actividades deportivas. Las niñas también pueden tener pantalón, si todas- los adultos nos vestimos con falda o pantalón, ¿por qué las niñas no pueden traer pantalón y siempre tienen que traer falda?” Las niñas. Cierra explicando que la iniciativa busca hacer “de la ciudad una ciudad de derechos”, pero sin dar mayores detalles o explicaciones sobre su declaración con respecto al uniforme de los niños. El Secretario de Educación del Gobierno de México, Esteban Moctezuma Barragán, no hizo mayores aclaraciones al respecto. Lo que yo deduzco son dos posibles opciones, ya sea 1) Sheinbaum hizo el comentario sin pensarlo o por error, o 2) no había claridad dentro de la misma iniciativa y de quienes la propusieron. Sea cual sea el caso, finalmente dando a entender que tanto niñas como niños, tendrían la elección entre usar falda o pantalón. Tras una ola de indignación pública, Esteban Moctezuma Barragán se vio obligado a aclarar que la iniciativa hablaba de las niñas únicamente. En este momento, no me interesa tener un debate sobre si era el caso o no, o si es adecuado o no, suficiente gente ya se promulgó en redes y medios sobre lo que opinan. La pregunta que yo quisiera hacer es, ¿por qué nos importa tanto? Como bien decía la Dra. Hortensia Moreno en sus multiples entrevistas, los hombres en Escocia usan falda para ciertos eventos. En Myanmar, tanto hombres como mujeres usan una especie de falda larga llamada “longyi” a diario y hasta para trabajo físico. Los hombres religiosos de múltiples religiones del mundo siguen usando túnicas, se podría decir, una especie de vestido. Si ya existen casos en los que es aceptable que un hombre use ropa tradicionalmente asignada para mujeres, ¿qué es lo que nos ofende y asusta tanto sobre la posibilidad de que alguien use ropa que no le pertenece tradicionalmente a su sexo? ¿Por qué asumimos que tendrá un efecto en su desarrollo sexual? ¿Por qué asumimos esa posibilidad como negativa? La manera en que nos vestimos cambia con el tiempo y a lo largo de la historia ha sido retada por individuos que no están conformes con las restricciones que los códigos de vestimenta nos imponen. Si decimos estar a favor de la libre expresión, ¿acaso no es nuestra vestimenta una forma de expresión? Desde el joven que viste de negro para proclamar su inconformidad, hasta la profesionista que busca mostrarse como profesional con un traje sastre. Todo es una indicación de quiénes somos y cómo vemos nuestro lugar en la sociedad. ¿No tendría que respetarse ese derecho de expresión? Para cerrar, invito a cada uno a hacer una reflexión personal: ¿Por qué nos ofende tanto el que alguien busque mostrarse como es si no cabe dentro de lo que cada uno considera “normal” o “correcto”? Si la expresión del otro no me afecta, ¿qué lugar tengo yo para decirle que cambie?

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