Una Oda al Podcast

Foto de Melanie Pongratz en Unsplash

Escucho muchos podcasts. Los escucho de manera obsesiva. Cuando estoy en el carro - que

puede ser mucho tiempo si vives en la Ciudad de México. Cuando estoy en el transporte - también puede ser mucho tiempo si vives aquí. Cuando camino a casa. Cuando voy al gimnasio. Me encantan. Creo que queda claro.

Lo que ha generado tanta fascinación en mí es la gran variedad de contenido. ¿Te interesa bucear? Hay un podcast para eso. ¿Te interesan los negocios? Hay un podcast para eso. ¿Te interesan los podcasts? Hay un podcast para eso. En el mundo anglosajón se ha puesto muy de moda tener tu propio podcast - desde marcas, personalidades, influencers, o cualquiera que tenga un interés específico, muchos tienen su programa. En gran parte por la facilidad de producirlos y la flexibilidad y libertad en cuanto a formatos y temas. Lo que ha resultado en una gran diversidad de programas. He escuchado podcasts sobre espiritualidad, bitcoin, feminismo, comida, estrategias para ahorrar dinero, viajes, creatividad, salud digestiva, tecnología, escritura, la lista es interminable.

En el mundo hispanoparlante no hemos llegado a ese punto, pero va creciendo el catálogo de podcasts en español. Espero que en unos años, estemos a la par de del contenido en inglés. Por lo pronto, he escrito una pequeña carta de amor, si me lo permiten.

Querido podcast,

Tu llenas mis horas vacías transportándome en ésta ciudad ajetreada y caótica. Me das un momento de paz y distracción, permitiéndome aprender cosas nuevas y dándome ideas y nuevos puntos de vista. Me das un escape y la posibilidad de aprovechar las horas perdidas, en vez de enfocarme en mi enojo porque el carro de enfrente que se me metió de manera abrupta, o porque el de atrás no deja de tocar el claxon. Eres flexible, pues te puedo escuchar sentada cómodamente en el metrobús, o parada en medio de un mar de gente en hora pico. Nunca es mal momento para estar contigo.

Gracias querido podcast, por ser mi compañero fiel, en las buenas y en las malas. Gracias, por siempre entender mi estado de ánimo y ofrecerme un pod adecuado para el momento.

Siempre tuya,

Tu más entusiasta seguidora

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