Un día del padre

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Hoy celebramos el día del padre en México y en otros lugares, y es cierto que nuestra sociedad

se hace más alusión a las mamas que a los padres, sin ir más lejos el día de las madres aquí se celebra el 10 de mayo no importa que día caiga, pero el día del padre es el segundo domingo de junio, tienen que ser en domingo no vaya a ser que interrumpa la jornada de trabajo. Esto se explica, en parte, porque antes las mujeres ocupábamos con exclusividad el espacio privado de la casa y la familia; pero desde hace años muchas mujeres entramos al mundo público, pero los hombres al menos en lo que respecta al reconocimiento como sociedad, no entran todavía al mundo privado, es decir, socialmente no se reconoce o inculca de igual forma su participación en los cuidados de la familia, y menos de los hijos.

Desde que me volví mamá hace casi 3 años, reconozco la importancia que para mi hija tiene compartir tiempo con su papá y todo lo que a ella le aporta en su desarrollo, pero también lo importante que es para su papá participar de su cuidada y amor, a pesar de todas la barreras sociales que le imponen para ello. Barreras me refiero como a las leyes por ejemplo, en algunos países es reciente los permisos de paternidad, que por citar un ejemplo en México dura 5 días, si lo pensaremos aplicado a nosotras no sabríamos si llorar o reír, ¿5 días para cuidar a un bebé recién nacido?, en que cabeza cabe eso, en la de legisladores llenos de estereotipos que sólo pueden concebir que las mujeres podemos y debemos en solitario cuidar a los hijos. Y ni hablar de permisos en el trabajo si los hijos se enferman o tienen un festival escolar, es muy común que el empleador piense que para eso están las mamás.

La paternidad es un construcción sociocultural que está atravesada por los valores y estereotipos de la sociedad, lo que determina las prácticas sociales, las funciones y en muchos casos las responsabilidades ante los hijos. Es por esto que desde hace algún tiempo se habla de la necesidad de construir una nueva masculinidad, que permita a los hombre un desarrollo integral como seres humanos que somos ambos, en el sentido que puedan mostrar abiertamente sus vulnerabilidad, poder entablar conexiones emocionales, ser educados para los cuidados y participar plenamente de la familia, y esto no sólo visto como deber sino como un derecho, porque si que nos viene bien a todos compartir con nuestros hijos. La celebración del día del padre en nuestro tiempo podría es una invitación a los hombres a comenzar a construir una nueva masculinidad, que como en mucho de estos temas, las sociedades escandinavas ya tienen ejemplos de éxito.

Puedes encontrar más información:

Hombres feministas y nuevas masculinidad

Comisión Mexicana de los Derechos Humanos Nuevas masculinidad

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