Foto de Anne Nygård en Unsplash
Después de la cumbre sobre el clima llevada a cabo en Madrid, no he parado de oÃr noticias
poco alentadoras sobre cómo nuestro planeta no aguanta más nuestra forma de vida. Al mismo, llegó diciembre y el comercio no hace más que recordarnos que inició la temporada navideña, árbol, guirnalda, cintas y cuánto adorno nos invitan a unirnos al espÃritu de la Navidad. Esto implica muchas veces decorar, comprar adornos, envolturas y una serie de cosas que terminaran en la basura. Aún que algunos les suene a grinch, en plena crisis del planeta sà habrÃa que repensar la tradición Navideña.
Para mi la Navidad es importante, me trae buenos recuerdo de infancia, yo crecà en un hogar donde la Navidad era una época especial, y donde la decoración jugaba un rol fundamental, en los paÃses del trópico el clima no nos ambienta la navidad, asà que los adornos son importantes. Yo vivà navidades árticas predominantemente azul y plata, sobrias de color vino y cobre, tradicional roja, verde y dorado, estilo country, multicolor, fabrica de dulces, en fin. Y la verdad es que recuerdo como algo lindo decorar la casa con mi mamá.
Ahora , yo quisiera que mi hija tenga esos recuerdo pero siendo amigable con el planeta; con lo cual tengo 3 directrices. Primera comprar lo mÃnimo de adornos, siguiendo el principio de menos es más, en pro de la causa del planeta todos podemos adoptar el minimalismo; También buscar cosas lo más versátiles posibles y sobre todo reutilizables, cosas que se puedan armar y desarmar para cambiar, por ejemplo este año guirnalda, convertible en corona o centro de mesa al año siguiente, en cuanto a los empaques, usar empaques reutilizables, o de papel reciclado, o de tela. Finalmente, buscar el producto más ambientalmente responsable. Por ejemplo, en el árbol de Navidad, informarse bien qué es mejor, a veces las opciones evidentes pues no lo son tanto, pues un árbol sintético gasta mucha energÃa en su producción, esta hecha con plástico en su mayorÃa, y su vida útil noes tan larga, terminando eventualmente en la basura. ¿Qué hacer? Hay opciones de pinos vivos, algunas empresas lo instalan, y acabada la Navidad se lo llevan y lo plantan, o simplemente lo conservas en casa en una matera todo el año, y hasta la próxima navidad se adorna.
Habrá quienes opinen, que lo más ambientalmente responsable es acabar de tajo con las fiestas, pues producen demasiada basura, pero lo cierto es que para muchos ésta tradición tiene un valor simbólico y cultural más allá de lo meramente comercial. Con lo cual armonizar la celebración con el cuidado al planeta puede ser una opción, si todos contribuimos, ya habremos logrado algo.
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